El comercio desempeñó una función crucial en los imperios de la temprana época moderna. Los comerciantes se convirtieron en los agentes principales de su expansión y de su mantenimiento. Hilaron redes que rebasaban y transgredían fronteras políticas y límites de clase, de parentesco o de etnicidad. Los diez ensayos reunidos en este volumen ilustran, todos a su manera, cómo puede aprovecharse el concepto de red para analizar el comercio en el mundo ibérico entre el siglo XVI y principios del XIX. Trazan empíricamente el conjunto de relaciones en que se ven insertados los actores sociales y reconstruyen cómo usan, aprovechan e instrumentalizan las estructuras, instituciones y valores a su alcance. Dada la complejidad de las relaciones que constituyen las redes mercantiles, su análisis comprende tanto factores económicos como sociales, políticos y culturales.