Las pantallas y las redes han trasformado los lenguajes juveniles, las relaciones interpersonales y la participación en comunidades. Internet ha cambiado sus prácticas, que a menudo son diferentes a las que hace algunos años se apoyaban en instrumentos analógicos. No se conforman con consumir, sino que son intérpretes y creadores de contenidos. Viven la cultura del remix y reconstruyen narrativas transmedia, interactuando con las industrias culturales. Necesitan crear de forma publica o privada a partir de los mensajes que reciben y comparten. Este libro profundiza en estos temas, a través de diferentes casos de estudio, que han surgido a partir de la presencia de la autora en comunidades de adolescentes que se consideran fans. Se exploran comunidades relacionadas con Harry Potter, One Direction, Fornite, Warthammer y algunos programas de televisión. A través de estos casos se muestra cómo la tecnología digital ha cambiado la forma de ser o de sentirse fan y también las prácticas de los investigadores que los observan buscando comprender que significa ser fan entre la gente joven.